jueves, 13 de noviembre de 2014

Campaña HORA DE OBRAR 2014 “Nuestra Huella Ecológica”

 (Artículo publicado en la Revista Vida Abundante Noviembre-Diciembre 2014)

“Pues Yahvé tu Dios te introduce en tierra buena, tierra de arroyos de agua, de fuentes y manantiales que fluyen por el valle y por la montaña. Tierra de trigo y de cebada, viña, higuera y granada, tierra de aceite de oliva y miel. Tierra que no comerás pan en escasez, en ella no te faltará nada, tierra cuyas piedras son hierro, y de sus montes extraerás cobre. Y comerás y te saciarás y bendecirás a Yahve tu Dios en la buena tierra que te dio a ti. Cuidate de no olvidar a Yahvé tu Dios, no guardando sus mandamientos, sus leyes y sus decretos que yo te doy hoy.”
Deuteronomio 8: 7 – 11



(Dibujo realizado por integrante de las comunidades Mbya-Guaraní en Paraguay)


Hace un tiempo parece haberse instalado la moda de “lo verde”.
Para promocionar el “producto verde” se llevan adelante diferentes actividades y publicidades, los locales que ofrecen productos “ecológicos” cada vez tienen un auge más grande.
“El mundo verde”, “Pensá verde” son alguno de los eslogan que nos venden “otro tipo de mundo”, las publicidades de los countries y barrios privados, además de ofrecer seguridad, ofrecen el retorno a lo verde, a la plaza de la infancia, a los árboles para que los niños jueguen, al contacto con la naturaleza.

¿Hemos reflexionado sobre esto? ¿Por qué es necesario vender lo verde? Será que nos hemos acostumbrado tanto a otros espacios que ya un espacio sin construcciones y en su modo mas “natural” nos resulta extraño, o quizás el hecho de considerarnos superiores a otras personas y comunidades nos ha ido alejando durante mucho tiempo de prácticas y formas de vida, que para el ojo del sistema nos son remunerables, pero que en su esencia tienen como eje el cuidado y el equilibrio del ser humano en conjunto con la naturaleza, en dónde mi hermano y mi hermana son parte de la Creación hecha por Dios, y por tanto son merecedores de los mismo derechos que yo.

Resulta curioso que por ejemplo, los pueblos originarios sean quienes nunca desecharon las costumbres de cuidado hacia la madre tierra, pero esto no ha sido ni es, una tarea sencilla, en cambio, si ha sido, y es, una resistencia permanente, porque no está bien visto, por algunos ojos del sistema, cuidar y proteger la tierra, usarla para producir frutos, animales y plantas para el uso cotidiano y no para el almacenamiento.
El ser humano ha logrado convertir a la tierra en un objeto que puede ser comercializado, que acorde a las prácticas puede rendir más económicamente; claro, esto sin medir los costos a mediano y largo plazo hacia la tierra y hacia las personas.

Pero ¿Qué nos está pasando? ¿Acaso ahora tenemos que comprar la oferta de vivir en un lugar más verde? Quizás hemos dedicado demasiado tiempo a modificar nuestro espacio, a pensar como podemos hacer para ganar más dinero y no hemos vuelto la mirada hacia Dios, nos hemos olvidado de comunicarnos con El.

El texto de Deuteronomio 8 es claro, fidelidad a Yahvé y comunicación permanente con El; por medio de su accionar el pueblo es introducido en una tierra buena y abundante, en donde nada les faltará dónde no pasarán hambre, y podrán extraer lo necesario para poder vivir; pero el pueblo no se debe pensar sin su Dios quien fue el Creador de todo lo existente, no olvidar a Yahvé protege al pueblo de la idolatría hacia dioses ajenos, el pueblo también es advertido: si se olvidan de guardar los mandamientos de Yahvé o su mirada es desviada hacia si mismos, o hacia dioses ajenos, las naciones han de perecer por no obedecer el mandato divino.

¿De qué manera se presentan los dioses ajenos hoy? De la misma manera, haciéndonos creer que somos “dueños” de nuestras acciones, dueños de la tierra, dueños de poder hacer y deshacer a nuestro gusto y antojo, en general, pensándonos como seres individuales, sin importar en este caminar mi hermano, mi hermana, mi comunidad; los dioses ajenos también existen hoy y nos quieren hacer creer que la armonía no es necesaria, que la tierra es algo que puede ser comercializado sin importar su cuidado, porque lo único que importa para adorar a esos dioses es la producción, el almacenamiento, el dinero, llegar a ser los primeros en el mercado, tener la mejor marca, tener el único modelo de producción, ese que logra avasallar cualquier práctica de cuidado de la tierra, ¿Porqué? Porque es mejor y rinde más.

Dios nos llama la atención, la naturaleza se manifiesta, los cuerpos hablan.
También hoy es necesario volver nuestra mirada hacia Dios, retornar a aquellas costumbres ancestrales, reconocer que hay grupos que nunca han cambiado sus costumbres de cuidado hacia la madre tierra y que por ello son sabios y tienen mucho por enseñarnos, también hoy, Dios nos invita a comunicarnos con el, a no tener dioses ajenos y a respetar la Creación.

La Campaña HORA DE OBRAR 2014, bajo el lema “Nuestra Huella Ecológica” nos invita a sumarnos con pequeñas acciones de cuidado hacia la naturaleza, tomando como ejemplo las prácticas de reforestación que desarrollan las comunidades Mbya – Guaraníes en Paraguay.

¡Sumate a Reforestar! Para que deje de ser un dibujo y se convierta en un hecho concreto. Del árbol fluye la vida. Desde el lugar en el que nos encontremos deseamos modificar nuestra huella ecológica en comunicación con el Dios de la vida y la Creación.

Vos podés acompañar este desafío de muchas maneras. Reforestando dónde estés, compartiendo tus dones en relación a la temática, apoyando esta Campaña con tu tiempo, ideas o apoyo financiero. En las comunidades de la IERP están las alcancías de la Campaña, junto a los afiches de promoción, también se encuentran a la venta las tarjetas de Navidad, a un valor de $10 cada una.

Lo recaudado será entregado a la Institución Ecuménica de Promoción Social Oguasú, que trabaja hace 20 años con las comunidades Mbya y por lo tanto será invertido directamente en uno, dos o cientos de árboles nativos que serán reforestados gracias a tu ayuda!

Si deseas tener más información o tenés ganas de formar parte de la Campaña, contáctate a campanias@horadeobrar.org.ar, llama al (0054) 11 4787 0436 o entra al Facebook de HORA DE OBRAR.

Paula Fogel

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